El 58% de la población global pasa como mínimo 1/3 de su vida adulta en el trabajo, por lo que el lugar de trabajo es un espacio de intervención ideal para contribuir a mejorar la salud y el bienestar de las personas.
¿Qué empresa no quiere que su equipo sea más productivo y esté comprometido? El bienestar del empleado es un ideal empresarial que depende de las facilidades, oportunidades y consideración que ofrezca la propia empresa. Cuidar la nutrición de la fuerza laboral es un ganar- ganar para las empresas que buscan mejorar tanto la salud de sus empleados como sus resultados de negocio.
A través del estudio del 2005 “Food at Work. Workplace solutions for malnutrition, obesity and chronic diseases” la OIT analizó en profundidad distintas prácticas en el suministro de alimentos en los lugares de trabajo, mostrando que los programas que proporcionan un acceso cómodo a una alimentación saludable pueden contribuir a prevenir enfermedades crónicas, como obesidad, diabetes y cardiovasculares. Señaló, además, que las inversiones empresariales en alimentación se recuperan por una reducción de los días de enfermedad, de los accidentes laborales y por un aumento de la productividad. Por último, se destacó la conexión entre la falta de alimentación y la aparición de fatiga y somnolencia, con las consiguientes consecuencias negativas sobre la seguridad de los trabajadores.